Kzohh - Rye. Fleas. Chrismon

Año: 2015
Sello: No Colours
País de origen: Ucrania

¿Qué es lo que puede salir de la unión de cuatro músicos talentosos decididos a unir sus talentos en pos de algo? Pueden salir muchas cosas, ya sabemos que estos experimentos en los que músicos de un gran talento se juntan, muchas veces han resultado un fiasco. Las llamadas superbandas han encontrado su suerte un poco desigual, no todas han mostrado lo que se esperaba de ellos. De hecho, las mejores superbandas resultaron ser aquellas por las cuales nadie apostada ni un centavo, o bien, aquellas que no disfrutan de campañas publicitarias fastuosas. KZOHH es una superbanda y es una de las mejores que escuché en lo que va del siglo 21. ¿Por qué súperbanda? Chequeen los nombres: Zhoth, el cantante del grupo, hace lo suyo es Reusmarkt, una muy interesante banda ucraniana de Symphonic Black Metal. Hyozt, aquí a cargo de los teclados y los samples, es también guitarrista en Reusmarkt, o sea, es compañero de banda de Zhoth. Helg, guitarrista del grupo, es guitarrista y cantante en los geniales Khors, una de las mejores bandas ucranianas de todos los tiempos (además toca en Ulverg). Odalv, baterista, toca el mismo instrumento en Ulverg, Ygg y tocó en Nokturnal Mortum (otra banda alucinante). Y Khorus, bajista, es el bajista de Khors. En otras palabras, estamos ante un seleccionado de estupendos músicos ucranianos, todos pertenecientes a la no menos estupenda escena blacker que se ha desarrollado en dicho país.
"Rye. Fleas. Chrismon" es el segundo disco del grupo, sucesor de esa exuberante y atrapante obra llamada "IAOLTDOTAD" (2014), un disco en el cual los ucranianos dejaron en claro que lo de ellos lejos estaba de ser música de escucha fácil. Todo lo opuesto, la variedad de matices, el caudal cuasi inagotable de ideas y la capacidad innata de estos tipos para llevar a la práctica dichas ideas, hicieron de ese debut una de las grandes sorpresas dentro del mundillo del Metal Extremo. Pero ¿qué hacer cuando el debut es tan, pero tan bueno? Arriesgar, jugársela y darlo todo de nuevo. Eso hicieron y el resultado es magnífico. Desde la introducción hasta el final del disco, este nuevo opus de KZOHH (nombre que representa las iniciales de los seudónimos de los integrantes del grupo) redobla la apuesta y no sólo toma todas las virtudes de aquel primer trabajo, sino que confirman lo hecho y hasta se atreven a ir un paso más allá.
Black Metal, sí, pero para nada ortodoxo. Los ucranianos echan mano a cuanto recurso tengan a su alcance y lo ponen al servicio de su música. Es por eso que sería injusto decir que KZOHH es simplemente Black Metal. En todo caso, lo que la banda hace es tomar como base esencial a dicho género, para luego mixturarlo con sapiencia y calidad, tomando cosas de la Música Industrial, Ambient, Doom Metal, Avantgarde, Folk, bandas sonoras, Psicodelia y hasta algo de blues en algún que otro patrón rítmico. Cualquiera podría decir que resulta casi imposible unir todas esas vertientes en una misma propuesta, que hasta resulta descabellado pensar que tamaña mezcla de estilos pueda arrojar resultados positivos. Las pruebas están al alcance de la mano, KZOHH es una banda genial y lo es gracias al talento inconmensurable de sus integrantes para amalgamar estilos disimiles entre sí dentro de una propuesta bien definida; tan definida como variada, a decir verdad.
¿Canciones destacables? No jodan, este disco debe ser apreciado de principio a fin, sin interrupciones. Cada pieza, cada parte, cumple un rol fundamental en el total de la obra. Recomendar una canción en particular sería no hacerle honor a la complejidad y totalidad de un disco que merece ser apreciado como un todo, como un gran todo. En otras palabras, abandonen sus prejuicios, dejen de lado lo que están haciendo y entréguense a esta obra maestra.

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