lunes, 3 de agosto de 2015

Minors - Anno Domini


Año: 2015
Sello: Independiente/Autoproducido
País de origen: Canadá

Violencia. Mucha violencia sonora incitando a la violencia física. Alguno dirá que es políticamente incorrecto lo que digo, pero a mi me importa una mierda si alguien piensa que estoy diciendo algo incorrecto, pues soy un tipo incorrecto. Así que me la pueden chupar. Este disco me parece violento, me pone violento, y me gusta eso. Joder, el Hardcore no debe ser música para experimentar sensaciones tiernas, ni para expresar sentimientos dulces o transmitir emociones cálidas. Es mucha jodida, dura, rápida y violenta. Sus orígenes están en las calles, su raíz existencial viene de gente marginal, hastiada de tanta mierda, enojada y necesitada de gritar su bronca a los 4 vientos de la manera más ruidosa y breve posible. Eso fue el Hardcore en sus comienzos, y eso es lo que nunca debe dejar de ser, más allá de la evolución absolutamente necesaria del género. Minors tienen esa cosa tan agresiva del Hardcore más puro, esa capacidad para generar y transmitir imágenes de una turba de fanáticos golpeándose salvajemente, sudados y con los rostros desencajados, mientras la banda descarga sus canciones iracundas sobre una masa homogénea de cuerpos maltratándose mutuamente. Y me encanta que así sea, me encanta que tengan la capacidad de transmitir todo eso. Y me encanta este EP, en resumen. Me encanta porque van directo al hueso, a partir los huesos del oyente sin contemplaciones. Me gusta porque no se guardan nada, se entregan al 100%. Y me gusta porque son talentosos, no sólo tocan rápido y fuerte: saben cómo componer canciones en las cuales podamos encontrar mucho más que agresividad.
Además, son variados. El disco empieza a toda máquina con "Burgeoging Bastard Black Arts", una demoledora exhibición de Hardcore con aspereza metálica en la vena de Converge o The Secret. Luego se inclinan para el lado del Sludge con "Bruxism", composición que comienza con un blast beat fulminante, para luego caer en un pozo pantanoso en el cual la banda se mueve lenta y pesadamente, pero con una naturalidad asombrosa. El álbum finaliza con "Bruce lee King of the Sewers", más inclinados al D-Beat en esta canción, pero sin apartarse ni un centímetro de la identidad del grupo. Es como si, a pesar de las claras diferencias que hay entre las canciones, todas tuvieran el mismo cordón umbilical. Es como si todas hubieran sido creadas pensando en unirlas en el orden en el que están en el disco. En otras palabras, hay variedad, pero hay unidad entre las canciones.
Minors te rompen los huesos, creo que eso ya quedó claro en mis palabras. Minors te pasan por arriba, te demuelen a golpes. Y te hacen sentir la violencia en la piel, en la mente, en la mirada. Te hacen sentir deseos de estar en el mosh, ni más ni menos. Es por eso que este disco me gusta tanto ¿Ya lo dije a eso?
Dato extra: el guitarrista de Minors es el guitarrista de Corrupt Leaders.

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