Año: 2015
Sello: Venal Prods
País de origen: Argentina
Siempre discuto (amablemente) con amigos y conocidos argentinos, acerca de la movida Extrema en nuestro país. Para aquellos que no viven aquí ni son argentinos, les digo que yo siempre sostengo que lo más insano de dicha movida no se encuentra en la región más central del país (Buenos Aires, Córdoba, Rosario, etc) sino que está polarizada, ubicada, oh casualidad, en los extremos geográficos del país. Más precisamente, me refiero al Litoral, a Salta/Jujuy, y a la Patagonia. Pues bien, Axsem vienen de la Patagonia, más precisamente de Viedma, Río Negro. No son los primeros que escucho de esa zona y que hacen Brutal Death Metal, mas vienen a agregarse a la lista de bandas Extremas de esa zona que he escuchado, y me sirven para confirmar que por allá, cuando les tira lo Extremo, van al hueso. Es que este disco de Axsem es eso: brutalidad directa, yendo al límite todo el tiempo y sin concesiones. Van del Blast Beat al rebaje arrastrado (lento como un gusano viscoso arrastrándose) y de nuevo al Blast Beat, así todo el tiempo. Los riffs son bien morbosos, un poco difíciles de recordar, pero lo suficientemente retorcidos como para que la atmósfera del disco termine redondeando la idea transmitida a través del título del disco y la portada. Y la voz pasa del gutural al Pig Squeal una y otra vez, como si fueran 2 personas en una, dando la sensación de estar ante un esquizofrénico realmente jodido; detalle muy interesante, y bastante enfermizo del cual es responsable Matías Carrasco (voz y guitarra): usar el Pig Squeal, de a ratos, como si fuera una especie de silbido anormal, por momentos como si fuera una entonación proveniente desde algún lugar con mucha reverb, detalle que dota al disco de un toque de perversión muy siniestra. Mención aparte para Alexis Basanta, baterista, quien toca con precisión y fiereza, dándole a los demás el soporte necesario para llevar a cabo la carnicería. Carnicería que alcanza su pico máximo con la genial "Regressive Evolution", en la cual pelan un riff entre pegadizo y malvado que es lo mejor del disco, al punto de que dan ganas de que continúen tocándolo por un rato más; en realidad, el tema entero es genial. Mas no hay que centrarse en una sola canción, más allá de que sea un temazo, pues el disco entero se mueve como un bloque compacto y pesado hasta decir basta. Lo único objetable es el sonido de las violas, demasiado agudo, lo que, por un lado, permite que se entienda a la perfección lo que tocan los guitarristas, pero, por otro, le resta bestialidad al sonido general del grupo. De cualquier manera, la actitud de la banda, las composiciones, y la atmósfera lograda aciertan en donde deben acertar, y así los Axsem terminan redondeando un disco bestial, insano, y muy recomendable.
Me gustaría verlos en vivo a los tipos estos, de seguro que te pulverizan.
Data extra: no dispongo de la información correspondiente, pero tengo entendido que el disco en cuestión fue grabado en el 2012, y editado por Venal Prods en 2015. Cómo sea, si les interesa, le preguntan a la banda o al sello, y de paso, compran el disco, tanto joder.
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