martes, 27 de enero de 2015

Estado Novo - Idem


Año: 2014
Sello: Inverse Records
País de origen: Finlandia

He leído algunas críticas sobre este disco, y en las mismas usan etiquetas como Hard Rock, Heavy Metal de los 70s, hijos de Black Sabbath, que están influenciados por led Zeppelin, y dale que va. Pero ¿saben qué? A mi, en lo personal, este disco me hizo pensar en las bandas de Grunge de principios de los 90s que se alineaban en el costado menos Punk del estilo, esas bandas que tomaban sus influencias de bandas de Rock clásico, del Hard Rock de los 70s...y de Black Sabbath, claro está. Las texturas, los ritmos acompasados, los momentos de calma ligados a pasajes más duros (pero que nunca llegan a ser absolutamente duros, pues los muchachos privilegian el groove antes que la dureza), el sonido valvular, esa sensación de que las canciones fueron creadas durante una sesión de zapadas...todo me recuerda al formato más 70s del Grunge. Incluso la voz de Teppo Haapasalo tiene modulaciones similares a la de Weiland en los primeros tiempos de Stone Temple Pilot. Por eso me extraña la obsesión de algunos críticos con relacionarlos con Black Sabbath, pues Estado Novo, si bien tienen influencias de la banda de Iommi (la guitarra suena a lo Sabbath, y Hiili Hiilesmaa es un baterista con cierto enfoque en su manera de tocar que recuerda, de a momentos, a Bill Ward), lo concreto es que hay otros matices, intenciones que los llevan por otros caminos. A ver, Estado Novo es un grupo agradable, fresco y fácil de escuchar. Black Sabbath siempre fue símbolo inequívoco de la oscuridad en el Metal, y Estado novo están lejos de dicha oscuridad; al menos musicalmente, no son una banda oscura. En todo caso, son un grupo con mucho groove, buen manejo de las melodías, y cierta propensión a los ritmos acompasados. En ese panorama, podemos encontrar buenas canciones ("Twisted Mogul" y "Dilitante"), y otras para el olvido ("Salazar" y "Verbal"), además de tracks amenos pero que nunca te invitan a mover tu concepto hacia un extremo u otro (o sea, no son ni buenos malos: simplemente agradan y nada más). En resumen, Estado Novo y su disco autotitulado son una buena propuesta para aquel que en los 90s disfrutó de bandas agrupadas dentro del sector más hard rocker del Grunge, aunque no sé si a los finlandeses estos les gusta que los etiquete de esa manera. Cómo sea, han hecho un disco agradable.

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