Año: 2014
Sello: Chaos Records
País de origen: México
Recuerdo que mi primer contacto con el Death Metal hecho en México fue en el año 88, y fue a través de una leyenda: Transmetal. Fue la única banda Extrema mexicana a la cual escuché en años, hasta que en 1994 alguien me hizo escuchar a Cenotaph. Mi primer acercamiento con esta banda fue, justamente, a través de éste disco. Me sorprendió, no esperaba encontrarme con esa clase de Death Metal hecho por una banda mexicana. Claro, cometí el error de compararlos con sus compatriotas de Transmetal, cuando la realidad es que Cenotaph siempre hicieron algo bien distinto. Una vez asumido mi error, empecé a seguirles los pasos a la banda fundada por Daniel Corchado (sí, el mismo que cantara en Incantation, el mismo de los legendarios The Chasm), quien dejó la banda tras grabar el primer álbum; exacto, Corchado no participa a partir de este disco. La cuestión es que Cenotaph eran unos adelantados, por poco tiempo, pero adelantados. Eran melódicos, y de a poco, disco a disco, se metieron en el mundillo del Melodic Death. Pero siempre manteniéndose al margen del sonido que provenía de Gothenburg, siempre manteniendo una personalidad única. Esa personalidad florece en este disco como nunca antes (ni después), alcanzan su cénit compositivo en este "Riding...", conjugando todas y cada una de las cualidades que los pusieron en un lugar de privilegio en el under extremo internacional. Es por disco como éste que Cenotaph son un grupo respetado y reverenciado por miles de fans del Death Metal. Por sus estructuras complejas, pero sin caer en el virtuosismo estéril y sin convertirse por ello en un grupo de Technical Death Metal. Por sus melodías, épicas, oscuras, melancólicas de a ratos, aguerridas de a otros. Porque supieron combinar elementos que les permitían ser duros, realmente duros, pero sin perder de vista que usando una mayor cantidad de matices, ganaba la música, su música.
Recuerdo que en aquellos años se los comparaba con los primeros At The Gates, con Sacramentum y bandas así. No son erróneas las comparaciones, pero son injustas. Cenotaph eran más técnicos, usaban estructuras más intrincadas (aunque nunca poseyeron ese ángel, ese buen gusto distintivo de At The Gates, a decir verdad), y tenían una impronta que los diferenciaba de las bandas europeas, e incluso de las bandas norteamericanas. Hoy en día sigo pensando lo mismo: uno escucha a Cenotaph y nota que hay sangre latina allí, hay un espíritu diferente envolviendo a cada obra. "Riding Our..." no es la excepción a la regla, y ello se traduce en atmósferas que sólo pueden ser apreciadas por el oyente, y que difícilmente puedan ser expresadas con palabras, pero que claramente marcan una diferencia con bandas similares de otras partes del planeta.
Por suerte Chaos Records lanzó esta edición remasterizada, y gracias a ello hoy esta pieza esencial en la historia del género vuelve a estar al alcance de todos. Es saludable que sucedan estas cosas, que discos como éste no queden relegados al mote de Disco de Culto o Pieza de Colección Inconseguible. Es importante que las nuevas generaciones puedan acceder a material histórico como el segundo disco de Cenotaph; disco que a su vez, y junto al debut de la banda, marcan los puntos más altos en la historia de una banda entrañable y seminal en muchos aspectos.
Data extra: "Riding our black Oceans" fue lanzado originalmente en 1994 por el sello Cyber Music.
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