martes, 19 de agosto de 2014

Reciprocal - New Order of the Ages


Año: 2013
Sello: Autorpoducido/Independiente
País de origen: USA

Desde hace años que el mundo del Death Metal viene viendo crecer a uno de sus vástagos: el Technical Death Metal. Creciendo más en cantidad que en calidad, como suele suceder en toda movida, con muchos grupos que cuentan con grandes instrumentistas, pero estando muchos de ellos más pendientes del lucimiento personal que de la música en sí. Por suerte hay excepciones a la regla, y esas excepciones son un verdadero manjar. Reciprocal están a mitad de camino de ambos lados, pues por instantes crean arreglos y pasajes de lujo, en donde construyen monstruosas composiciones llenas de ideas excelsas, y por otros, y sin escala, se meten de lleno a tocar escalas inhumanas y meter cortes rítmicos ultra-elaborados, sin mucho sentido. Así es este disco, aunque los momentos interesantes ganan ampliamente al costado menos atractivo de la banda. Claro, aquí hay músicos muy capaces, entre ellos Jeff Hughell (actual bajista de Six Feet Under, ex miembro de Brain Drill y Rings of Saturn), junto a ex miembros de Gatekeeper, Grimfist y Willow Wisp. O sea, tipos que tocan muy bien, por lo que hay un nivel compositivo e instrumental de calidad asegurado. Si bien, y como buenos virtuosos, tienden a la autoindulgencia, cayendo en la tentadora trampa del exhibicionismo exagerado de sus cualidades como instrumentistas, la mayor parte del tiempo consiguen hilvanar pasajes que van de lo brutal a lo sublime, o ambas cosas al mismo tiempo.
Mención aparte para las líricas, alejadas de lo habitual en el Death Metal, abordando cuestiones políticas, conspiraciones, logias, y todo eso. O sea que el paquete entero es para ser apreciado con detenimiento, sin apuro, y tratando de sacarle el jugo a cada una de las veces que te pongas a escuchar este buen disco. Influencias de Atheist y Brain Drill, entre otras cosas, y músicos que prácticamente nunca fallan. Recomiendo no perderse este disco, aun sin ser un gran álbum, pero vale la pena escucharlo.

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