Año: 2011
Sello: Duplicate Recods
País de origen: Noruega
Hace unos años Satyr, líder de Satyricon, dijo que los norteamericanos no sabían nada de Black Metal. Entre otras cosas, palabras más, palabras menos, dijo que el fuerte de los yankis era el Death Metal, más no el Black. Con esos mismos argumentos, los yankis podrían haber rebatido diciendo que los noruegos no saben nada de Death Metal, y nadie hubiera podido rebatirles dicho argumento. Salvo Blood Red Throne y Fearer, poco hay para destacar dentro del Death noruego. Bueno, poco Había para destacar, pues, poco a poco, el estilo va cobrando fuerza en dicho país, y como era de esperarse, están surgiendo algunas monstruosidades. Execration es una de esas monstruosidades ¡Y QUÉ MONSTRUOSIDAD, POR FAVOR! Un Death Metal oscuro, macabro, que hace un culto de lo oculto (de ahí el nombre del disco, obviamente) y de lo maligno en general, con una producción que les da un sonido cavernoso y profundo. Muy atmosféricos, hasta se atreven a meter climas en donde pareciera que van a meterse en la negrura del Drone Doom, para luego dejar que la batería, con golpes dignos de un criminal enfurecido, nos devuelva a la realidad. ¿Dije Realidad? Pues si entendemos a la realidad desde el ángulo de lo trivial, lo mundano, cotidiano, muy lejos estamos de comprender que es lo que se cierne sobre nuestras cabezas cuando esa tormenta de maldad llamada Execration se abate sobre nosotros. Esto es parte de otra realidad, en otra dimensión espacio/temporal, y a la vez, pareciera que la presencia de ESO que vive en ese espacio/tiempo esté muy cerca de uno. Es inevitable pensar en la obra del maestro Lovecraft, pues los climas creados por los noruegos van por esos carriles de oscuridad y opresión insana. Pero, la música en sí misma ¿de qué se trata? Mezclen cosas de los geniales Demilich (ya postearemos su clásico “Nespithe”), Incantation (al fin surgen grupos que homenajean a la bestia creada por John McEntee), cosas que recuerdan a Gorguts (algunas armonías casi amorfas, enfermizas, pero complejas como las que suelen crear los canadienses) y mucho clima, muchas ambientaciones tenebrosas, que derivan en interludios largos, fríos e inquietantes. Ahí tienen Execration, a los cuales no les falta ese toque de misantropía Blacker, pero usado dicho elemento como un simple adorno entre tanta locura, entre tanta furia.
“Odes Of The Occult” es un disco que no muchos sabrán apreciar, pues si bien el Death Metal es para pocos, este tipo de Death Metal es aun menos digerible. No importa, quienes amamos escuchar estas bellas aberraciones sabremos apreciar lo hecho por estos noruegos. A esperar la próxima placa, mientras degustamos este manjar.
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